La Nueva Ilusión de Nicholas




  Nicholas la encontró por primera vez de forma fortuita. Él caminaba sin rumbo fijo por las calles, y la descubrió al pasar junto a la tienda "Amanecer". Inmediatamente le pareció lo más hermoso que había visto en mucho tiempo. La belleza de aquella mujer le pareció la felicidad que nunca había podido tener. Nicholas no había tenido una vida afortunada. Acostumbrado a estar solo desde pequeño, a la vicisitud, a la calamidad; refugiándose en rincones que le acarrearon muchos más problemas, teniendo que sufrir todas y cada una de sus malas decisiones. Fue un encuentro fugaz con aquella hermosa dama, aunque supo que podría encontrarla regularmente en la tienda, pues trabajaba allí. La incomparable belleza de aquella mujer lo deslumbró tanto que cada día caminó esas calles y retornó a la tienda, y cada día quedó prendado de ella, adornada por los maravillosos atuendos que solía vestir. Pronto supo que la bella mujer se llamaba Daisy. Daisy, la que siempre lo recibía con una sonrisa, la que siempre lo recibía con inusitada amabilidad, nunca antes experimentada.

  Encontrar a Daisy cada día se convirtió en una necesidad para Nicholas, pues era lo más cercano que poseía a ser feliz. Daisy siempre lo recibía con agrado, con su gran sonrisa, con su gran belleza. Nicholas comenzó a tener una nueva ilusión, una nueva razón para vivir, aunque solo fuese en los últimos días de su vida. Sí, estaba muriendo, pero incluso la muerte parecía más lejana desde que conoció a Daisy. Soñó con una vida junto a Daisy, eso se convirtió en su más grande anhelo. Tan solo la vaga esperanza de lograrlo lo hacía infinitamente feliz, vivo, ilusionado,  como jamás se había sentido antes. Tenía que encontrar la mejor manera de proponérselo a Daisy. Él sabía que no era un hombre interesante, ni digno, que no tenía nada para ofrecer más que su amor sincero y su cariño sin límites. Tenía que intentarlo, pero temía un rechazo que sin dudas lo destrozaría. Por eso dudó, y no se atrevió. Quería ser feliz al menos una vez, pero no podía arriesgarse a perder la única esperanza que le quedaba. Era muy alto el precio. Y nunca se atrevió, se conformó con solo visitar a Daisy, alegrarse con su presencia, soñar en silencio. Solo se conformó, se resignó, como siempre tuvo que hacer en su vida, sin luchar, sin intentar, solo anhelando y lamentando todo lo que pudo haber sido.

  Y llegó el día en que el corazón de Nicholas finalmente se rindió, tras una batalla perdida desde hacía mucho tiempo. Nicholas murió solo, tal como había vivido, intrascendente, insignificante, y esencialmente infeliz. Desde ayer han comenzado a desmantelar la tienda "Amanecer", parece que se mudan a otra parte. Las vidrieras ya están vacías, por lo que Daisy, y el resto de los maniquíes de la tienda, seguramente estarán pronto adornando la fachada de la tienda en la nueva ubicación, deslumbrando a los transeúntes, y tal vez encendiendo los anhelos de algún otro desdichado.

 

 

2020

 

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