El hombre cayó frente a todos, agonizaba, ante la mirada atónita
de los presentes. Hubo algunos gritos en la multitud.
-¿Hay algún doctor aquí?
-¿Alguien puede ayudarlo?
-Soy doctor...- dijo un señor serio, de traje gris-...en Teología, puedo
ayudarlo a conocer a Dios y toda su benevolencia.
Y el hombre murió, frente a
todos, totalmente solo, sin ayuda.
0 Comentarios